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LA POLITICA EXTERIOR

La política exterior de Rusia esta llamada a asegurar las condiciones que favorezcan la solución de los problemas socioeconómicos, políticos y sociales y contribuyan al fortalecimiento de la seguridad nacional, regional y universal, al robustecimiento de la paz y a la cooperación internacional.

De conformidad con la Constitución de la FR, el Presidente es quien dirige la política exterior del país. La dirección operativa de las actividades políticas exteriores esta a cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores de la FR.

La política exterior de la nueva Rusia democrática ha desempeñado un importante papel en la transición pacifica del periodo del enfrentamiento al de la construcción de un nuevo orden mundial. La amenaza de una guerra nuclear mundial ha sido realmente mitigada, ha terminado la agotadora carrera de armamentos estratégicos. La firma del Convenio de prohibición total de ensayos nucleares significa el inicio de una etapa relevante en el camino de eliminación de la amenaza nuclear. En 1994, en Nápoles se ha iniciado la gradual transformación del "Grupo de los Siete" Estados más importantes del mundo en el de los "Ocho", gracias a la integración de Rusia. Las cumbres de los "Siete" van convirtiéndose en las de los " Ocho " con plena participación de la Federación de Rusia. Gracias a la activa participación de Rusia, el CSCE se ha transformado en la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa. Ha sido firmado un Convenio de asociación y cooperación con la Unión Europea, que por su envergadura y profundidad no tiene análogos. Rusia ha ingresado en el Consejo de Europa, organización europea más antigua. También como miembro pleno ha ingresado en las instituciones tan influyentes como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo. Rusia sigue firme el cauce de integración en la estructura económica mundial y va ampliando su cooperación con la ONU y otras organizaciones internacionales.

Al mismo tiempo, la evaluación realista de la situación internacional del mundo muestra que no solo siguen existiendo las amenazas y los problemas, sino que aparecen otros nuevos que generan un desarrollo contradictorio del mundo. Va configurándose un mundo multipolar, en el cual a primer plano sale cada vez con mayor frecuencia el factor de poderío económico y científico-técnico de los Estados. Todavía no están erradicados la rivalidad de fuerzas ni el reflejo de domino. En tales condiciones Rusia aspira a crear un sistema de relaciones internacionales realmente democrático, basado en toda la diversidad de las mismas y en una cooperación constructiva, y no en la primacía de algún centro de fuerza.

El Gobierno ha manifestado que Rusia no quiere enfrentarse con ningún "centro de fuerza" internacional. Su optima estrategia inmediata será la de asociación real en todas las direcciones. Pensamos desarrollar nuestras relaciones tanto con EE.UU. como con Estados europeos, con China, India, Japón, con países de América Latina, con cualquier Estado que esté dispuesto a basar su dialogo con Rusia sobre principios de igualdad y de provecho reciproco.

El mundo actual se ve obligado a enfrentar un numero cada vez mayor de conflictos locales y regionales, lo cual requiere aplicar una enérgica política que garantice la seguridad en la palestra internacional mediante el avance del proceso de desarme nuclear, el reforzamiento del régimen de no-proliferación de armas de exterminio en masa y el aumento del control de las tecnologías militares.

Un objetivo de suma importancia que se plantea Rusia consiste en incrementar" esfuerzos pacificadores, ante todo en el área de la CEI. Gracias fundamentalmente a la política pacificadora de Rusia, se ha logrado poner fin a las acciones militares en Transdnistria, Abjasia, Osetia del Sur, Nagorni Karabaj y Chechenia. Sin embargo, en muchas de estas zonas sigue existiendo la posibilidad de cataclismos que, a la par de las fronteras transparentes, el trafico de armas sin control alguno y los refugiados en todo el espacio de la CEI, afecta de modo directo a la seguridad de Rusia. En semejantes condiciones es necesario aplicar todas las medidas que sean apropiadas para pasar del cese el fuego a un sólido arreglo político.

Una de las líneas prioritarias e importantes de la política exterior de Rusia es seguir impulsando los procesos de integración dentro del marco de la CEI. Es completamente justificado el concepto promovido por Rusia, presidenta de la CEI, de una integración de los miembros de la Comunidad a diferentes velocidades y basada en principios de buena voluntad, de respeto de la soberanía y la independencia. La tarea prioritaria de la política exterior rusa es garantizar el disfrute de los derechos y los intereses de la población de origen ruso en los países de la CEI y del mar Báltico.

Los socios occidentales y orientales de Rusia ven que ella esta firmemente dispuesta a defender los intereses nacionales, respetando los de otros Estados y ampliando la cooperación con todos los países, sean grandes o pequeños. La enérgica protección de los intereses nacionales no contradice el rumbo, tomado por Rusia desde 1991 para abandonar la contraposición. Siguiendo de modo consecutivo la línea de cooperación con sus antiguos adversarios en la "guerra fría", Rusia parte de la importancia de principios que tiene una asociación en pie de igualdad en la cual queden excluidas las relaciones de socios motriz y conducido.

Rusia y EE.UU. están llevando a cabo una reducción sin precedentes de las armas estratégicas. Ambos países tienen muchos intereses comunes, incluidos los de carácter estratégico. Un factor significativo de consolidación de la seguridad será la ratificación del Convenio AOE-2. No obstante, la entrada en vigor de este acuerdo podrá ser obstaculizada e incluso imposibilitado, si EE.UU. emprende la creación de los sistemas de defensa antimisil que en realidad socavaran el vigor del Convenio sobre Defensa Antimisil de 1972. Rusia necesita pruebas de garantía de que nadie pase por alto dicho Convenio. Rusia apoya cualquier iniciativa orientada a limitar los armamentos nucleares estratégicos estadounidenses y rusos, a crear condiciones favorables para rechazar la antigua "paridad de miedo", así como contribuye a la elaboración de las medidas de no-proliferación de las armas nucleares y a la concesión de garantías más sólidas a los Estados no nucleares.

El ingreso de Rusia en el Consejo de Europa significa el reconocimiento de su papel en el continente y el éxito de la democracia rusa. Un lugar central en la interacción de Rusia con los Estados europeos lo ocupa el objetivo de crear un mecanismo de seguridad del siglo XXI, un sistema paneuropeo basado en principio de indivisibilidad y de seguridad de los países del continente, así como el de formar una Europa democrática y única, exenta de líneas divisorias.

Rusia ha emprendido enérgicas búsquedas de vías de interacción con la OTAN en condiciones paritarias. Sin embargo, los proyectos de expansión de la OTAN al Este suscitan una legitima preocupación de la parte rusa. Según ha declarado el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Evgueni Primakov, nosotros no tenemos derecho a poner veto a tal expansión ni pretendemos conseguirlo, pero estamos obligados a defender nuestros intereses en estas complicadas condiciones. Seguimos firmes en nuestra actitud negativa hacia la expansión de la OTAN porque consideramos que esto contradice nuestros intereses. En el curso del dialogo no solo aspiramos a sostener determinadas relaciones con la OTAN, sino que a proseguir enérgicas actividades a fin de eliminar nuestras preocupaciones y reducir al mínimo los aspectos de la actividad de esta organización que puedan perjudicar a nosotros. La expansión de la OTAN ha sido y sigue siendo inaceptable para Rusia. Pero los efectos negativos se podrían disminuir, si Rusia y la OTAN firman un acuerdo de carácter jurídicamente obligatorio, que recoja las condiciones tales como la no-proliferación de la infraestructura militar de la OTAN en los países miembros de jure de la misma, la obligación de no emplazar armamentos nucleares en las proximidades de la frontera rusa, la adaptación a la actual situación de las restricciones de flanco previstas en el Tratado FACE y otros convenios.

Importantes puntos de orientación de la estrategia del siglo XXI son para Rusia un estable desarrollo económico y social no solo de determinados Estados o regiones sino de todo el planeta en cuanto un organismo único. La humanidad debe asumir la obligación de llevar a buen puerto esta gran tarea. El porvenir de la comunidad mundial radica en su unidad, en la integración de ingentes potencialidades económicas, en la coordinación de esfuerzos políticos a fin de superar las innumerables calamidades que sufre el mundo contemporáneo: las guerras civiles locales y regionales, el terrorismo, la injusticia social, el hambre y la miseria de pueblos enteros, el narcotráfico, el contrabando de armas, en salvaguardar el medio ambiente y fomentar la seguridad ecológica de la Humanidad. El mundo necesita de una cooperación apoyada en el respeto reciproco de los derechos y los intereses legítimos de todos los Estados.